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26 R E V I S TA G I | S A N A T U V I D A DRA. HANAE BELTRÁN NISHIZAWA M nishizawahanae@gmail.com W 5510272856 H oy en día podemos observar cómo los vínculos entre ani- males de compañía y los seres humanos van en incremento. Como sociedad hemos ido cambiando nues- tros hábitos y costumbres respecto a cómo tratamos a los animales, lo que ha permitido reconocerlos y ofrecerles un trato digno. Es así, que las mascotas han comenzado a tomar un papel fun- damental dentro de las familias mexi- canas, pues en ocasiones se interactúa con ellas como si fueran un integrante más del grupo. Para algunos expertos, esa situación se define como proceso de humanización, resultado que nos lleva a establecer diferentes tipos de vínculos. Es así que hablar de la pérdida de una mascota es importante. Sin embargo, hay personas que no reconocen el duelo por una mascota, pues al verlos, aparentemente inferio- res a nuestra especie, no aceptan que la pérdida de un animal de compañía pueda doler con la misma intensidad que la de un ser querido, y esto es el primer error, ya que el duelo está ín- timamente relacionado con el tipo de vínculo que se estableció. Si analizamos los sentimientos que un animal de compañía genera, justo por ser de otra especie, la relación es sin filtros y te permite entregar todo tipo de emociones. Los sentimientos crecen cuando te vas dando cuenta que esos anima- les no esperan nada de ti y, sin em- bargo, te responden con un amor absoluto. Aunado a esta situación, todos sabemos los beneficios que se obtienen al estar en contacto con una mascota a la cual se le en- trega cariño desinteresado. Debemos explicar que, en mu- chos casos, la pérdida de una mas- cota es la primera experiencia de aprendizaje respecto de la muerte. Es fácil recordar cómo la ausencia de nuestro querido compañero de vida en la infancia dejó una ci- catriz en nuestro corazón. Así que lo primero que NO tenemos que hacer es banalizar la experien- cia haciendo comenta- rios como: "sólo es un animal" o, mucho peor, quererlo sustituir por otro diferente, ya que esto complica- ría las tareas del duelo. Cuando perdemos a una MASCOTA