Sigue siendo un tabú, o dicho de otra
manera, una prohibición social hablar
de la sexualidad. No sólo en las es-
cuelas, sino a nivel de reuniones fa-
miliares o con los amigos. Pronunciar
la palabra sexo, es ya para muchos,
un tema prohibido, no entendido, di-
fícil de discernir y expresar; un tema
del que nadie parece tener la razón y
por ende nadie tiene la última palabra.
TABÚES
SEXUA
LIDAD
más sana,
Para una
sin
Sin embargo, los expertos advierten que el tema de la sexualidad no se
puede improvisar, se debe ir enseñando paulatinamente. Es necesario
empezar a hablar de relaciones sexuales y explicar cómo funciona la
reproducción ya desde los seis años. Hay que platicar con los hijos con un
lenguaje apropiado a cada edad sobre los mensajes explícitos a los que se
está expuesto en el día a día, esto
los ayudará a entender qué es lo
que están viendo, sobre todo ante
situaciones de sexualidad explícita
o hipersexualización que vemos
todos los días a nuestro alrededor.
A medida que van creciendo,
los hijos van hablando cada
vez menos con los padres. Los
cambios hormonales y la comparación corporal con sus amigos y
compañeros puede hacer que se retraigan, pero eso no quiere decir
que no estén llenos de dudas. Por eso es importante que los padres no
evadan la situación.
La sexualidad es parte
de cada individuo y no
debe ser un tema tabú.
R E V I S T A G I | P A R E J A
26