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1 2 3 4 5 6 DEPRESIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA Las personas que padecen depresión, no tienen energía para realizar actividades. Para ellos es impensable realizar algún deporte. Incluso el hecho de dar un simple paseo puede parecerles un reto que no se ven con fuerzas para afrontar. Muchos depresivos (en otros casos, no) presentan un cansancio y sueño excesivo y pueden dormir más de doce horas diarias. Eso hace que su consumo de calorías sea muy bajo, por lo que su tendencia a engordar aumentará. Si a esto le sumamos que al- gunas de las medicaciones psiquiátricas utilizadas para el tratamiento de la depresión, que en casos extremos pueden producir un aumento considerable de peso, nos encontramos con que las posibilidades de contraer obesidad son muy elevadas. L A DEPRESIÓN COMO CONSECUENCIA DE L A OBESIDAD Las personas obesas sufren rechazo social, su autoestima suele ser baja debido a su aspecto físico, tienen más dificultades para encontrar pareja o trabajo y suelen criticarse duramente a sí mismas y castigarse con pensamientos negativos, destructivos y padecer de dietas no controladas. Todos estos problemas derivados de la obesidad pueden ir afectando a las personas hasta hacerlas caer en un estado depresivo y además, ansioso. CONSEJOS PARA QUE UNA PERSONA PUEDA SALIR DE ESTA SITUACIÓN: Si es controlable su estado, debe salir paulatinamente de la inacti- vidad y aumentar la actividad en la medida en la que pueda tolerarla. Empezar por regular los hábitos en el sueño, durmiendo un máxi- mo de ocho horas diarias. Normalizar las comidas, la higiene personal, las tareas de casa, etc. Poco a poco deberá ir incluyendo salidas fuera de casa para hacer ejercicio, visitar a alguien u otro tipo de actividad que lo mantenga ocupado, en movimiento y concentración en sus ideas. Todo esto puede parecerle inalcanzable a una persona con depresión, pero debe ser consciente de que está metida dentro de un círculo vicio- so de inactividad y autocompasión que sólo conduce a más inactividad y más autocompasión. La única manera de salir de esa situación es romper el círculo. Sabemos que es difícil, que no se trata de que la persona no quiera o sea una vaga, sino que realmente no puede, por lo que debe de asistir a un especialista (psicología o psiquiatría, según el caso) que le permita organizar sus ideas y sus hábitos para romper con el ciclo vicioso de depresión-obesidad. Se debe tener en cuenta que la obesidad no siempre es causa de un trastorno depresivo, sino más bien multifactorial, donde se deben descartar procesos metabólicos (hipotiroidismo, el Sín- drome Pre-metabólico, mencionado y estudiado por el Dr. Salva- dor Sánchez de la Peña, o malos hábitos alimenticios y estrés). 17 H A Z C O N C I E N C I A | R E V I S T A G I Dr. Roberto Miranda Camacho Psiquiatra Móvil: 55-4126-2233 Consultorio: 5574- 1387 E-mail: rrrmiranda@yahoo.com AUTOR