Estas personas están muy pendientes de las opiniones de los demás,
y poseen muchos pensamientos negativos sobre su aspecto y su
vida en general. A menudo se enfrentan a numerosas dietas que son
incapaces de realizar. Esto puede ser debido a su bajo estado de
ánimo, su falta de energía, interés y placer (diagnóstico sencillo de
depresión); además de dificultades para relacionarse y para realizar
cualquier tipo de actividad.
DEPRESIÓN Y ALIMENTACIÓN
La depresión produce alteraciones en la alimentación; que pueden ser
no comer o comer mucho. En el segundo caso, se puede considerar
como un síntoma de la obesidad, ya que ingerir alimentos despierta
nuestro sistema parasimpático, que nos hace sentir tranquilos, pláci-
dos y a gusto, lo que mejora en alguna medida la sensación de desam-
paro que tiene la persona depresiva.
DEPRESIÓN
y
OBESIDAD
Muchas personas que han padecido
sobrepeso desde la niñez han sido objeto
de discriminación o de señalamiento social,
como por ejemplo el bullying, la marginación,
la agresión física y verbal o bien, psicológica.
A medida que el individuo crece, su
autoestima va bajando hasta llevarlos, en
algunos casos, a padecer depresión.
R E V I S T A G I | H A Z C O N C I E N C I A
16