R E L A C I O N E S H U M A N A S
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Cuando comencé a escribir este artículo no pude sacar de mi mente una
imagen de mi historia personal, donde mi hermana y yo acostumbradas a
esperar la llegada nocturna de mi madre, nos encargábamos de entretener-
nos en un sinfín de actividades juntas; hasta que esa temida etapa tocó a mi
puerta. Vaya que tenían razón en sentir miedo de su llegada, pues de un día
a otro abandoné a mi gran amiga y compañera de aventuras, mi pequeña
hermana, y comencé a preferir estar con los amigos y en las fiestas llenas
de perfectos desconocidos que no le aportaban nada a mi historia, antes de
seguir disfrutando la magia que habíamos construido juntas. Ahora me doy
cuenta de lo mucho que desperdicié… L a pregunta forzada es
¿por qué si
mi hermana era el ser que más quería, cambié mis preferencias?
Comen-
zaremos a explicarlo.
A U T O R : M t r a . H a n a e B e l t r á n
N i s h i z a w a
Te l é f o n o : 5 5 55 7 7-35 4 1
E- m a i l : h n i s h i z a w a @ h o t m a i l . c o m