H A Z CO N C I E N C I A
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Actualmente se está presentando un aumen-
to en el número de diagnósticos de trastornos
por déficit de atención con o sin hiperactividad
en niños cada vez más pequeños, por lo que se
vuelve imprescindible reflexionar sobre la ne-
cesidad de tratarlos con psicofármacos.
El estilo de vida aunado a los patrones de consumo, al entorno ambiental y familiar
han ido cambiando los hábitos alimenticios, conductuales, de aprovechamiento
escolar y del ciclo de sueño-vigilia. Por otra parte, la tecnología actual (como te-
levisores, computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes) ha contribuido a que
los menores de edad se sometan a cambios emocionales, de atención, de ánimo,
de carácter, conductuales e incluso de movimiento muscular voluntario o involun-
tario, llegando a ser este último precursor de enfermedades de tipo neurológico.
Los niños comienzan a ver la televisión desde los 4 meses de edad, además, actual-
mente una gran cantidad de niños cuentan con un dispositivo móvil propio desde
los 3 años de edad. Esto les afecta, ya que sus cerebros en esta etapa no están listos
para procesar la gran cantidad de información que perciben de los dispositivos digi-
tales que a su vez les proporcionan una gratificación inmediata (sobreestimulación),