Aun cuando el problema suceda después de haber sido superado,
los padres deben recordar que los niños no se orinan en la cama a
propósito, y que por lo general les da vergüenza cuando esto sucede,
y su autoestima baja. En algunas culturas había la costumbre incluso,
de exhibir públicamente la sábana mojada para mayor vergüenza del
niño. Esto es lo peor que se puede hacer. Los regaños, castigos y las
amenazas sólo consiguen empeorar el problema. En vez de hacer que
el niño se sienta avergonzado, los padres deben restarle importancia,
alentarlo y demostrarle confianza en que pronto logrará superarlo.
Sin embargo, hay veces en que la enuresis sí puede ser la expresión de
algún problema más profundo del niño en su relación con el entorno.
Debe plantearse esta posibilidad cuando no existan las circunstan-
cias mencionadas anteriormente, o cuando concurran también otros
síntomas tales como tristeza o irritabilidad constante; un cambio en
el apetito o en los hábitos de dormir; no querer salir, ir a la escuela,
despegarse de sus padres, etc.
Cuando el problema persiste y aparecen de manera espontánea otros
síntomas, será necesario acudir con el pediatra para que lo valore y lo
canalice con el especialista adecuado a su patología (paidopsiquiatra,
paidoneurólogo o paidopsicólogo).
Autor: Dr. Roberto Miranda Camacho,
Psiquiatra
Móvil: 55 41 26 22 33
Consultorio: 55 74 13 87
E-mail: rrrmiranda@yahoo.com
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