FAMILIA
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Tener problemas en organizar lo que él o ella desea decir o no puede pensar en
la palabra que necesita para escribir o conversar.
No seguir las reglas sociales de la conversación, tales como tomar turnos, y pue-
de acercarse demasiado a la persona que le escucha.
Confundir los símbolos matemáticos y leer mal los números.
No poder repetir un cuento en orden (lo que ocurrió primero, segundo, tercero).
No saber dónde comenzar una tarea o cómo seguir desde allí.
¿Y la escuela?
El Trastorno de Aprendizaje tiende a ser diagnosticado cuando los niños llegan
a la edad escolar. Esto es porque la escuela se concentra en aquellas cosas que
pueden ser difíciles para el niño (leer, escribir, matemáticas, ciencias, escuchar,
hablar o razonar).
En las escuelas públicas de México, se ha incorporado una figura de apoyo e in-
tervención psicopedagógica cuya finalidad es la de atender en primer momento a los
alumnos que presenten algún problema físico, psicológico o mental.
¡Es importante recordar que el niño puede necesitar ayuda tanto en la casa como en
la escuela bajo la supervisión de adultos y padres previamente capacitados para el fin!
En el próximo número de la revista no te pierdas la segunda parte de este artículo
con algunos consejos para padres y maestros sobre la detección y atención de los
niños con Trastorno de Aprendizaje.
